Tercera Etapa: Cercedilla-Santa Maria la Real de Nieva

Martes, día 10 de junio de 2014. Tiempo fresco. Salimos del albergue juvenil a las 7 de la mañana y nos dirigimos a Las Dehesas, para desayunar allí en bancos de granito con Vicente y coger energía para la subida a la Fuenfría. La distancia desde el albergue al inicio de la Fuenfría era de unos 3 kilómetros. Con los trinos de los mirlos, desayunamos bajo los pinares. Vicente se marcha a esperarnos en Segovia a través del puerto de Navacerrada. Comenzamos la temida subida a la Fuenfría, con 10 kilómetros de ascenso. En el camino nos encontramos vacas y caballos pastando a los lados. Hicimos varias paradas, entre ellas en los dos miradores: el de los poetas y el de la Reina, donde contemplamos unas vistas bellísimas de la parte norte de Madrid y la Sierra.

 En la subida nos encontramos con tres asturianos que iban desde Madrid a Oviedo en bici por el camino de El Salvador. Coronada la Fuenfría iniciamos la bajada a Segovia a través de Valsaín y de La Granja de San Ildefonso, llegando a Segovia sobre las 12.30’ donde nos esperaba Vicente a los pies del acueducto. Nos sentamos a tomar un ponche segoviano, que es un pastel típico de la zona, en una terracita con el acueducto al fondo. Después sellamos la credencial en la oficina de turismo y comenzamos la segunda parte de la etapa del día. 

Saliendo de Segovia hacia Zamarramala, pasamos por la iglesia templaria de la Veracruz. Después de Zamarramala llegamos a Valseca, siguiendo las señales del Camino, pero antes de llegar a Los Huertos no está bien indicado y nos confundimos haciendo 12 kilómetros más. Llegamos a Añe, donde compramos algo de fruta y nos tomamos unas naranjas y una cerezas. Por fin llegamos a Santa María la Real de Nieva a las 6 de la tarde, nos espera Vicente para ir al albergue de los peregrinos. En el albergue de 6 plazas hay dos ya ocupadas por una pareja, Adán y Pierre, que hacen andando el Camino. Con nosotros 4 el albergue ya está completo. Conectamos bien con la pareja y los 6 nos fuimos a cenar a un hostal a las afueras de Santa María. A la vuelta pensábamos ver el claustro de la iglesia, pero ya estaba cerrada, por lo que nos fuimos al albergue a dormir.