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miércoles, 3 de septiembre de 2014

Cuatro amigos, un Camino (Video completo)

    Saludos amigos Peregrinos y futuros Peregrinos,
   Al final he optado por publicar en el Blog el video completo del Camino que hicimos en Junio 2014 desde nuestro pueblo, Torrejón de Ardoz, hasta Santiago de Compostela primero y después a Finisterre.

   Como veréis fue un Camino fantástico, con un tiempo favorable  y con unos compañeros que se portaron como unos Peregrinos modélicos que guardarán esta experiencia en su corazón para el resto de sus días, yo por lo menos así lo haré.

   Por mi parte tengo la intención de realizar otros caminos en un futuro mas o menos cercano, pero ninguno será tan especial como este.

   Solo me queda exclamar a los cuatro vientos:


¡¡¡Ultreia et suseia Deus adjuva nos!!!

lunes, 25 de agosto de 2014

Cuatro amigos, un Camino (Primera Parte)

   Aquí os presentamos la primera de las tres partes del video de la fantástica aventura que supuso hacer el Camino de Santiago saliendo desde nuestro pueblo, Torrejón de Ardoz para llegar primero a Santiago de Compostela y después a Finisterre.

   Para verlo en HD podeis elegir esta calidad una vez comience la visualización en You Tube (está debajo de la pantalla, a la derecha en Configuración).

   Los próximos días iremos subiendo la segunda y tercera parte.


   Espero que os guste y también vuestros comentarios.

domingo, 17 de agosto de 2014

Continuan las Obras de la Catedral de Santiago


   Como se ve en la foto las Obras de la fachada de la Catedral de Santiago de la plaza del Obradoiro continuan avanzando es su aspecto menos vistoso, es decir tapando dicha fachada por andamios o sustituyéndola por cubiertas con dibujos de la torres; si cuando llegamos nosotros en Junio se encontrada ya tapada la torre norte y comenzaban a cubrir de andamios la parte central, ahora ya esta cubierta de andamios la torre sur, por lo visto la mas problemática debido a la inclinación que sufre esta.

 El pasado octubre, la empresa madrileña Pecsa comenzaba la instalación de andamios en la torre norte de la fachada del Obradoiro de la Catedral compostelana. Eran los primeros compases de una restauración en profundidad de las dos grandes vigías que presiden la plaza que abraza a los peregrinos.

   La obra tiene una duración prevista de veinte meses. No se utiliza cualquier andamiaje, sino uno «sofisticado» adaptado, por ejemplo, a la inclinación que sufre la torre sur del santuario desde su construcción. Lo explica el presidente de la Fundación Catedral, Daniel Lorenzo: «Supone una dificultad añadida porque el andamio no puede cargar peso de ese lado».
   La intervención servirá, además, para medir con exactitud esta desviación: «Se monitorizará si sigue inclinándose y se van a hacer catas geotécnicas en el subsuelo para conocer la causas. Además, hay elementos tronzados en el interior de la torre».
   Esperemos que cuando terminen las obras la catedral lucirá su habitual espendor aumentado para nuestro disfrute, 
   Compañeros de peregrinaje: Habra que ir a verla, a ser posible juntos, y antes del 2021, próximo Año Santo Compostelano, ya que ese año, si continua la progresión de visitantes como hasta ahora, será la locura y no haya quien pise Compostela por la afluencia de gente y porque el anterior año Santo fue en 2010.

viernes, 4 de julio de 2014

Reflexiones del Camino de Santiago

Seguimos con las impresiones que ha causado el Camino en los componentes de este magnifico equipo, que mas que hacer el Camino, lo que han hecho ha sido vivirlo.
Hoy le toca a Juanjo expresar sus sentimientos:


   "Nuestro Camino realmente empezó hace un par de años cuando Vicente hizo su Camino desde Castellón y a la vuelta nos implicó para que, dos años después, lo realizáramos todos juntos desde nuestra casa, en mi caso desde Torres de la Alameda.

  La experiencia ha sido muy gratificadora, compartiendo penurias, aunque pocas, y alegrías, que han sido muchas con mis dos amigos Pedro y Yolanda. Vicente siempre ha estado atento para que no nos preocupáramos de nada en nuestro recorrido, gestionar los albergues, las comidas y cenas  y los sitios que visitar.

   Al principio, y antes de empezar, no estaba muy seguro de que fuera capaz de hacer el camino sin tener que hacer grandes esfuerzos, porque aunque llevo mucho tiempo montando en bici, la verdad es que no había hecho tantas etapas seguidas, y no sabia como iban a responder las piernas ante tanta intensidad.

   Al final, no se me ha hecho tan duro como se preveía al principio de nuestra andadura, eso si ha habido que dosificar las fuerzas para que al final de cada etapa, las fuerzas no estuvieran al límite, siempre pensando en la siguiente etapa.

   Hemos disfrutado de paisajes bonitos y otros no tanto, sobre todo en las planicies de Castilla, que en esta época del año están secas y hemos pasado bastante calor en esas etapas. Por suerte ha habido alguna noche que llovió lo que nos permitió que los caminos no estuvieran tan polvorientos.

   Muy diferente ha sido cuando nuestro camino nos adentro en tierras gallegas, cambio total del paisaje, todo mucho mas verde y días mas frescos, lo que hemos agradecido bastante, sobre todo a la hora de terminar las etapas.

   Nos hemos encontrado por el camino con bastante gente con la que hemos ido coincidiendo en diferentes albergues, sobre todo a lo bicigrinos. Lo que mas me impresionó fue la cantidad de peregrinos que encontramos en la antepenúltima etapa de nuestro camino, porque hubo un momento en que parecía un río humano que iba a desembocar en Santiago. Por lo que nos dijeron, esta época del año no era la mas concurrida para hacer el Camino, por lo que no me imagino como puede ser en la época en que los peregrinos sean mucho mas numerosos.

   El Camino no solo ha servido para conocer gente de lo mas variado, también nos ha servido para conocer la geografía española, tan desconocida por la mayoría de nosotros. Y no solo la geografía, sino también su gastronomía, que también es una forma de conocer nuestro país.



   Lo mas impresionante de todo ha sido entrar en Santiago después de haber recorrido mas de 800 km y con la satisfacción del deber cumplido y haber conseguido una meta que parecía inalcanzable al principio, no al principio de nuestra andadura, el día 8 de junio, sino cuando empezamos a planificar nuestra aventura".

martes, 1 de julio de 2014

Recordatorio

   Comenzamos con Yolanda una serie de tres entradas en el blog en la que cada uno  va a expresar lo que para el ha significado esta experiencia de hacer el Camino entre amigos. 



   
   "Puesto que “recordar” es volver a pasar por el corazón, en estas líneas quiero visualizar con mi corazón lo que me ha impulsado a iniciar y concluir el Camino de Santiago hasta el “final de la tierra”. Los nervios iniciales ante la incertidumbre y lo imprevisto dejaron paso paulatinamente a otros sentimientos más positivos, como la satisfacción de ir cumpliendo etapa por etapa, la consecución de un gran reto después de un ímprobo esfuerzo y, especialmente, la alegría de compartir esa satisfacción con los amigos que me acompañaban en la empresa. Quiero agradecer en primer lugar a mi familia que en todo momento me ha impulsado en el proyecto: mi marido, Vicente, y mi hija, Paula; también doy las gracias a mis hermanos y mis cuñados, que me han animado día tras día, a mis sobrinos, que se han orgullecido de mí en cada una de las etapas, a mis amigos, sin cuyo impulso no hubiera sido posible, y, muy especialmente, a mis ángeles custodios: mis ángeles espirituales (mis padres), que no me han abandonado ni un solo instante, y a mis tres ángeles-amigos, que han hecho que todo mi esfuerzo se tradujera en diversión: Vicente Ángel, Pedro, también ángel, y Juanjo, otro ángel. Sabed que sin vuestro aliento y compañía no lo hubiera conseguido. Un beso para todos". 



   Gracias Yolanda, los sentimientos son mutuos, ya que el poder hacer el Camino con vosotros ha supuesto para mi el volver a reencontrarme y recordar el camino que hice en Junio del 2012, me hubiese gustado poder hacerlo pedaleando al lado de vosotros, pero ya que no ha sido posible, e intentado haceros el camino lo mas agradable posible, espero haberlo conseguido.
   Un abrazo a todos

lunes, 23 de junio de 2014

Epílogo 2: Olveiroa-Faro de Finisterre



Ayer fue día 22 de junio de 2014, domingo. Como la jornada acabó muy tarde, hoy continuamos con el epílogo 2, donde hemos completado el Camino a Finisterre. Hemos hecho 35 kilómetros desde Olveiroa. El tiempo estaba soleado, con nubes dispersas. Nos hemos levantado para desayunar a las 7 en la cafetería del hostal. Nos hemos puesto en marcha a las 7.40’ rumbo al fin de la tierra. Vicente nos seguido todo el tiempo, fotografiándonos, haciendo vídeos y cogiendo madera para la fogata ritual del final, en el faro de Fisterra. Hemos llegado a Hospital, donde se divide el Camino para los que consideran que el final del Camino está en Muxía y, por otra parte, los que, como nosotros, consideramos que el final del Camino se encuentra en Finisterre. Hemos avistado el mar Atlántico en un alto, justo antes de la bajada a Ceé, donde hemos parado en una cafetería de un hotel a tomarnos un café. 

Hemos continuado con paradas en los miradores, para contemplar la ría de Corcubión, por cuya población hemos atravesado para desembocar en la ría de Finisterre, aunque antes tuvimos que pasar por Sardiñeira. Nos ha alcanzado Juanjo, que había ido con Ana a ver el mirador de Ézaro. Juntos los cinco hemos llegado a Fisterra o Finisterre y hemos iniciado la última cuesta de todo el Camino, increíble pero cierto. A las 10.30 nos encontrábamos en la ansiada meta: el cabo de Finisterre. Hemos hecho fotos en el mojón del kilómetro 0,00 y hemos bajado a las rocas para hacer la fogata, en la que hemos quemado cada uno de nosotros algún objeto que nos ha acompañado a lo largo de todo el viaje, como signo de renovación. 


Luego, más contentos que niños con zapatos nuevos, nos hemos vuelto a dejar las bicis y tomar las habitaciones correspondientes en la pensión Finistellae. Nos hemos preparado y nos hemos ido recoger la “Finisterra” o certificado que se emite a la persona que ha llegado hasta esta zona. 

Después hemos ido a comer a “A tira do cordel”, restaurante que nos han recomendado como especial en platos de pescado y mariscos. Ha cumplido sobradamente nuestras expectativas (39 euros por persona). Hemos comido zamburiñas, almejas, lubina y sardo a la brasa, con un vino Ribeiro fresquito y un postre estupendo. Pedro ha sustituido el vino por la gaseosa y le ha sabido muy buena.
Nos hemos vuelto al hotel para escribir esta crónica y más avanzada la tarde volveremos al faro para contemplar la caída del astro diurno.
Volvemos al faro, esta vez en coche y según llegamos comienza a llover, vemos peligrar la puesta del sol, pero a las 21.30 deja de llover y comienza a despejarse por el horizonte donde se producirá el ocultamiento del Sol, subimos a la terraza de la cafetería que esta al lado del faro, donde hay una vista perfecta, y desde alli vemos y fotografiamos la “muerte del Sol” en el Océano Atlántico, espectacular, disfrutamos junto con la multitud de peregrinos que han subido al faro. Son las 22.20 h.

Luego volvemos a Fisterra a cenar algo e irnos pronto a dormir, pues mañana volvemos a casa con la satisfacción de haber cumplido todos los objetivos que traíamos.



sábado, 21 de junio de 2014

Epílogo uno: Santiago de Compostela-Olveiroa


Hoy es día 21 de junio de 2014, sábado. Hoy hemos iniciado lo que hemos llamado el “epílogo” de nuestro viaje, correspondiente al Camino de Finisterre, que va de Santiago al Atlántico, única vía que parte de Compostela. Hemos recorrido en esta jornada un total de 60 kilómetros, saliendo un poco antes de las 8, después de desayunar en el hostal “A nos aterra”, donde nos han atendido muy bien. Con Vicente hemos quedado en Pontemaceira, a 17 kilómetros; él se ha ido por carretera. 

Nosotros hemos ido hasta la Plaza del Obradoiro, punto de inicio de este Camino. El trayecto ha sido muy dificultoso para la bici, pues era una vía llena de piedras y difícil de transitar con vehículos, a lo que se añadían las continuas subidas y bajadas, constantes en el terreno gallego. En Pontemaceira hay un famoso puente sobre el río Tambre y nos hemos hecho algunas fotos en él. A continuación hemos seguido hasta Negreira, donde hemos parado en un bar a tomarnos un almuerzo con Vicente. 

Luego hemos continuado para volvernos a ver en Maroñas, pero no ha sido posible, pues Vicente se ha confundido de trayecto y a nosotros se nos ha hecho muy tarde, pues ha sido un tramo de grandes ondulaciones que nos han comido poco a poco nuestras fuerzas, por lo que ya no hemos coincidido con Vicente y Ana hasta Olveiroa, punto de destino en esta primera etapa del epílogo. Allí han llegado Vicente y Ana a las 14.00’ horas, han tomado posesión de las habitaciones en el hostal Loncho, y nos han esperado hasta que hemos llegado nosotros a las 14.30’. Podemos decir que este tramo nos ha sorprendido por su dureza. No han sido unos kilómetros fáciles y hemos llegado a nuestro final de etapa con un gran cansancio. Nos hemos duchado, hemos comido y nos hemos echado una siesta sobre las 17.00’. Sobre las 20.00’ hemos salido a dar una vuelta para contemplar la multitud de hórreos que hay en Olveiroa. Cenamos en “Casas Pias”, vemos algunos hórreos  y nos prepararemos para mañana iniciar nuestra, ahora sí, última etapa.


Buenas noches y hasta mañana, donde nos volveremos a encontrar con el Atlántico de escenario. 

viernes, 20 de junio de 2014

Día de descanso: Santiago de Compostela

Hoy es día 20 de junio de 2014, viernes. Como os prometimos ayer, hoy os vamos a contar la jornada pasada con más detalle. Fue la décimo segunda etapa de nuestro Camino y última del Camino francés. Nos levantamos a las 6 para iniciar la marcha lo antes posible y desayunar en el primer sitio que estuviera abierto, pues en el albergue no se podía. Paramos en un bar de Palas y desayunamos bien. Pasamos por Melide y continuamos la marcha. Ya preveíamos la dureza de esta última etapa, especialmente en este tramo. Seguimos hasta Arzúa, donde nos encontramos en una gasolinera de la entrada con Vicente y allí volvimos a reponer fuerzas. Vicente se quedó en Arzúa para conseguir algún sello más para su credencial. Proseguimos nuestra marcha hasta Pedrouzo, donde paramos en un bar para tomar un pequeño almuerzo. En una de nuestras subidas nos encontramos en dirección contraria con un minusválido que bajaba muy deprisa en una silla de ruedas, lo que nos dejó boquiabiertos. Este tramo seguía siendo de continuas subidas y bajadas, lo que nos iba poco a poco mermando fuerzas. En el camino nos adelantaron unos ciclistas que venían de Igualada (Barcelona), que subían las cuestas con más comodidad que nosotros. Sobre la marcha estuvimos hablando con ellos e intercambiamos experiencias sobre el Camino y sobre todo hablamos de la alegría por lo próximos que estábamos para concluirlo.


Después de una larga y dura subida de más de tres kilómetros, abandonamos la carretera porque se nos obligó a seguir el camino de los peregrinos a pie. Rodeamos el aeropuerto de Lavacolla y llegamos a una aldea a partir de la cual podíamos optar por seguir la carretera o continuar por el andadero. Decidimos ir por el andadero para llegar al Monte do Gozo por donde entraban los peregrinos a pie. Este camino resultó bastante duro por las pronunciadas cuestas con pendientes superiores al 10 por ciento, que en algunos casos nos obligó a poner el pie en tierra. Este camino transcurría entre árboles, lo que le hacía agradable y fresco, a pesar de su dureza. Llegamos al Monte do Gozo, donde nos esperaba Vicente, para subir los cuatro juntos y hacernos alguna foto en el monumento a Juan Pablo II y en el monumento a los peregrinos, que se halla más adelante y desde el que se divisa la ciudad de Santiago y su magnífica catedral, que nos esperaba impaciente. Vicente quiso que tomáramos algo, pero nuestra ansiedad por llegar era tal que decidimos continuar sin más demora. Por suerte para nosotros, todo este último tramo era hacia abajo, lo que agradecimos porque nuestras fuerzas estaban al límite. 

A la entrada de la ciudad coincidimos con otros ciclistas con los que habíamos compartido camino. Nos dirigimos andando al centro de la ciudad porque no está permitida la circulación por el casco histórico y, llenos de emoción, entramos en la Plaza del Obradoiro. Allí nos estaba esperando Vicente; dejamos las bicis en el suelo y nos dimos un gran y emotivo abrazo, pensando, sin poder contener las lágrimas, en todas las dificultades que habíamos superado para llegar a ese momento. Nos hicimos fotos y nos fuimos a buscar el alojamiento, que estaba a las afueras de Santiago. A Vicente le costó un poco más encontrar el hostal y tardó en llegar. Allí comimos, nos duchamos y descansamos un rato para marcharnos contentos a buscar nuestra Compostela. 
Hicimos hora y media de espera y, por fin, conseguimos nuestro certificado de haber sido peregrinos en el Camino jacobeo. Pedro pidió además un certificado de distancia recorrida. Cenamos en “Casa Manolo” y brindamos con Ribeiro, celebrando haber conseguido nuestra meta sin percances.
Al día siguiente nos levantamos un poco más tarde, desayunamos en el hostal y nos fuimos a la Catedral para cumplir los ritos de llegada de todo peregrino: dar un abrazo al Apóstol, visitar sus restos y escuchar la misa del peregrino. Para los dos primeros había poca gente y lo hicimos rápido, lo que nos permitió ir a la iglesia del convento de San Francisco de Asís para obtener el certificado que emitían este año por coincidir con el octavo centenario de la peregrinación del Santo italiano a Santiago de Compostela. Después asistimos a la misa en la Catedral, que estaba plena de gente, y vimos funcionar el botafumeiro. Hicimos algunas compras por el centro y tomamos café en el Casino de Santiago, en la rúa do Vilar.

Esta noche esperamos la llegada de Ana, la mujer de Juanjo, y todos juntos celebraremos el éxito.
Mañana, si Dios quiere, rumbo a Finisterre.

Buenas noches y hasta mañana.

jueves, 19 de junio de 2014

Duodécima etapa: Palas de Rei-Santiago de Compostela

Misión cumplida, Hoy martes 19 de Junio del año 2014 hemos completado la peregrinación desde nuestra casa En Torrejón de Ardoz a Santiago de Compostela.

Hoy no haremos la crónica detallada, decir que todo ha ido bien y que saldremos a visitar Santiago, a por la Compostela y a celebrarlo adecuadamente.
Mañana entraremos más en detalles de toda la jornada de hoy, la llegada y la celebración
Gracias por seguirnos.

miércoles, 18 de junio de 2014

Undécima etapa: Samos-Palas de Rei


Hoy es 18 de junio de 2014, miércoles. Con una niebla cerrada y con gran humedad pero sin frío, nos aprestamos a recorrer los 60 kilómetros que nos separan de Palas de Rei, el destino de nuestra undécima etapa, aunque en principio no estaba claro si acabaríamos en Palas o seguiríamos más allá para hacer más suave la última jornada hacia Santiago, que recorreremos mañana. Nos hemos levantado a las 6 para desayunar a las 6.30’; antes hemos recogido todo y lo hemos cargado en el coche, saliendo a pedalear sobre las 7. La niebla nos ha acompañado durante 27 kilómetros, que se han recorrido con comodidad. Nos hemos parado a tomar algo en una población del Camino, a unos 20 kilómetros de la salida. 
Hemos quedado con Vicente en reunirnos de nuevo en Portomarín, antes de cruzar el puente sobre el río Miño. Hemos atravesado todos juntos el puente y nos hemos parado en la rotonda que hay al inicio del pueblo, donde nos hemos encontrado con dos personas que iban a Santiago luciendo coches antiguos. Hemos subido a la plaza del pueblo para admirar la preciosa iglesia románica que allí se encuentra, dedicada a San Nicolás, y hemos entrado a sellar nuestras credenciales en ella. 


Nos hemos hecho unas fotografías en la plaza y hemos continuado nuestro viaje. La niebla se había despejado y el sol comenzaba a calentar; esta circunstancia, junto a las subidas y bajadas de la carretera, han hecho que la última parte de la etapa, hasta Palas del Rey, haya sido más dura de lo que pensábamos en un principio. Otra cosa curiosa que hemos observado ha sido el incremento espectacular de peregrinos en este tramo con respecto a los días anteriores, que invadían toda la calzada, además del andadero de tierra, lo que parecía más bien una romería, no una peregrinación.


Hemos llegado sobre las 13.30’ a Palas del Rey, a cuya entrada nos esperaba Vicente, con el cual nos hemos dirigido al albergue. Allí hemos tomado posesión de dos literas y nos hemos arreglado para salir a comer. Hemos ido en coche a Melide, 15 kilómetros más allá, con el fin de cumplir otro de los ritos del Camino: comer “pulpo a feira” (a la gallega) en la Pulpería de Ezequiel. No nos ha decepcionado; nos hemos tomado dos raciones dobles de pulpo y una ración de chorizo al vino, regado con un fresco y suave Ribeiro, que estaba de muerte. Nos han sellado en Ezequiel las credenciales. Hemos ido a ver la iglesia de Melide, aunque no había nadie para ponernos el sello. Nos hemos vuelto al albergue a poner una lavadora y a echarnos una siesta. Después iremos a cenar a un hostal cerca del albergue y nos recogeremos pronto para mañana acabar nuestro sueño compostelano. Buenas noches y hasta mañana.

martes, 17 de junio de 2014

Décima Etapa: Villafranca del Bierzo-Samos


Hoy es 17 de junio de 2014, Martes: 67 kilómetros. Una de las etapas más duras del Camino. Nos hemos levantado a las 5.45’, hemos desayunado en el albergue de La Piedra y hemos emprendido la marcha a las 6.40’. El tiempo era fresquito, pero la temperatura ha ido bajando según íbamos subiendo metros. Los primeros 20 kilómetros han sido de subida suave; la mayoría los hemos hecho por la nacional 6, ahora casi desierta por la construcción de la A-VI. Hemos ido pasando por debajo de los viaductos de la autovía, que se alzaban como gigantescas patas de titanes. En Las Herrerías comienza una subida algo más pronunciada que se prolonga hasta Piedrafita, si bien es una subida más o menos suave, con algún tramo más duro. A partir de Piedrafita comienzan los últimos cuatro kilómetros más intensos, debido no sólo a la pendiente sino también al fuerte viento racheado, que jugaba en contra. En O Cebreiro nos encontramos con Vicente y esperamos a que llegue Yolanda tomándonos un almuerzo para entrar en calor. A partir de ahí comienza una pequeña bajada para luego volver a subir hasta el Alto del Poio.

 Antes hemos parado en la escultura del peregrino al viento (Alto de San Roque), donde hemos esperado a que llegue Vicente, que se ha confundido de vía. Nos hemos hecho unas fotos y hemos continuado la subida. En el Alto del Poio Vicente nos ha hecho otras fotos. Hemos bajado a tumba abierta hasta Triacastela. Hemos hecho una pequeña parada para desentumecer los músculos y hemos seguido hasta nuestro destino: Samos. 

Pasado Triacastela suponíamos que seguiríamos bajando hasta Samos, pero no ha sido así; nos hemos encontrado con continuas ondulaciones que nos han terminado de rematar. Nos hemos alojado en el albergue que hay frente la Abadía Benedictina y hemos coincidido en la habitación con otros ciclistas con los que ya habíamos estado en otros albergues. Nos hemos duchado, hemos comido y nos hemos echado la siesta. A las 6 de la tarde hemos dado un paseo por el río Sarria y hemos hecho una visita a la Abadía; nos la ha enseñado un gracioso fraile, que tenía un móvil con el himno de Riego. Hemos oído un trozo de misa con cantos de los monjes y órgano, y hemos vuelto al albergue para hacer esta crónica y cenar. Buenas noches. Hasta mañana.

lunes, 16 de junio de 2014

Novena Etapa: Rabanal del Camino-Villafranca del Bierzo



Hoy es 16 de junio de 2014, lunes: 59 kilómetros nos esperan por delante, y la subida al monte Irago donde se encuentra la Cruz de Ferro, importante hito del Camino. Nos hemos levantando algo más tarde que los días anteriores, a las 6. Hemos desayunado en el albergue de “Nuestra Señora del Pilar” y nos hemos puesto en marcha hacia Foncebadón. El camino pica continuamente hacia arriba durante 8 kilómetros y medio, para llegar a la Cruz de Ferro en un pequeño descenso. 
Allí nos hemos parado a depositar nuestras piedras y a hacernos nuestras fotos de rigor. El día estaba frío y hacía viento, por lo que la presumible bajada nos iba a resultar heladora, como así ha sido. Bajamos a Manjarín, pero no estaba Tomás, “el último templario”; en su lugar estaba Manuel. Hemos charlado con él y tomado un café. A continuación hemos reiniciado la marcha y, para nuestra sorpresa, todavía no descendíamos; nos hemos encontrado con un par de fuertes rampas y continuos sube-bajas hasta que por fin hemos llegado a la real zona de descenso. Este descenso rápido nos ha llevado hasta Molinaseca, pasando por El Acebo y Riego de Ambrós. En Molinaseca hemos pasado por el puente sobre el río y hemos atravesado el pueblo, que nos vuelve a dejar en la carretera para dirigirnos a nuestro destino final de etapa. Hemos llegado a Ponferrada en el kilómetro 23 de la etapa.

 Allí nos hemos tomado un zumo y hemos visitado el castillo templario, que estaba cerrado por ser lunes. Hemos visto la plaza del pueblo, donde nos hemos hecho una foto en el Ayuntamiento y hemos continuado nuestra marcha. La siguiente parada ha sido Cacabelos; allí nos esperaba Vicente con el que hemos quedado para llegar pronto a Villafranca del Bierzo, final de etapa, para arreglarnos y volver en coche a comer a Cacabelos. A las 13.15’ hemos llegado al albergue de La Piedra en Villafranca. Hemos tomado posesión de una habitación de cuatro plazas y nos hemos duchado. 

A las 14.30’ nos hemos ido a Cacabelos a comer en la Moncloa de San Lázaro, antiguo Prada a Tope, donde hemos comido una parrillada de verduras, empanada y botillo: todo exquisito.  A la vuelta hemos parado en la iglesia románica de Santiago de Villafranca del Bierzo y hemos ido al albergue a echarnos un ratito. Saldremos después a cenar algo para volvernos pronto a la cama, pues mañana nos espera una de las etapas reinas del Camino: la subida a O Cebreiro. Buenas noches. Hasta mañana.   

domingo, 15 de junio de 2014

Octava etapa: León-Rabanal del Camino


Hoy es 15 de junio de 2014, domingo: 72 kilómetros. En previsión de una larga y calurosa jornada, nos hemos levantado antes que los días anteriores. A las 6 estábamos desayunando en el comedor de las Trinitarias; nos hemos tomado un poco de leche con magdalenas y hemos salido, no sin antes despedirnos de la monja keniata tan amable que nos ha atendido. Hemos cruzado León aún de noche, mientras la ciudad dormía y tan sólo se oían las voces de los jóvenes trasnochadores. Los peregrinos, en silencio, rumbo a Villadangos del Páramo. Con Vicente nos hemos encontrado en San Martín del Camino, a 26 kilómetros ya de León; hemos vuelto a desayunar los cuatro en un bar, tortilla con café y hemos continuado a nuestro próximo destino: Hospital-Puente Órbigo. 
Allí, al principio del puente, hemos hecho varias fotos y algún vídeo y Yolanda ha cumplido su promesa de hacer una proclama al viento con el nombre de un reciente amigo suyo, el gran compositor José Luis de Delás. A continuación Vicente ha seguido por la carretera nacional con destino a Astorga y Pedro, Juanjo y Yolanda han seguido el camino cruzando y disfrutando del largo puente sobre el río Órbigo, atravesando después Hospital de Órbigo, lugar de nacimiento de José Luis de Delás. Vicente ha llegado a las 10 menos cuarto a Astorga. No abrían el lugar oficial para sellar las credenciales hasta las 10 y ha estado dando vueltas y fotografiando los monumentos de la ciudad, que son fundamentalmente el palacio episcopal, obra de Gaudí, y la catedral. 

Los bicigrinos han llegado a Astorga sobre las 10 y cuarto. Hemos sellado todos, hemos hecho las fotografías de rigor y nos hemos ido a tomar un chocolate con las famosas mantecadas y hojaldradas de Astorga. A continuación hemos partido para Murias de Rechivaldo y Santa Catalina de Somoza. Vicente ha visitado el pueblo Castrillo de los Polvazares que, aunque no pertenece al Camino, es curioso de ver por el tipo de piedra utilizado en sus construcciones. A partir de Murias el camino comienza a ascender progresivamente, llegando al final de la etapa a los 1.150 metros en Rabanal del Camino. 

Este último tramo de Murias a Rabanal ha resultado muy pesado porque, además de la ascensión continua, el terreno está ondulado, resultando ser un rompepiernas, a lo que se añade que el calor comenzaba a apretar. Vicente ha parado en algunos puntos del camino para hacernos fotos sobre la marcha. Hemos llegado a Rabanal del Camino sobre las 12.40’, dirigiéndonos al albergue “Nuestra Señora del Pilar”, del que Vicente guardaba una muy buena impresión de su estancia anterior. 

Nos hemos duchado y limpitos nos hemos ido a tomarnos nuestro merecido cocido maragato a la “Hospedería de Gaspar” en la calle Real de Rabanal del Camino. No hemos podido comernos toda la cantidad que nos han puesto, a pesar de que todo estaba buenísimo, incluidas las natillas que nos han puesto de postre.

Hemos vuelto al albergue a dormir la siesta y esta tarde tendremos canto gregoriano en la iglesia del pueblo. No queremos acostarnos tarde porque mañana nos espera la dura subida a la Cruz del Hierro, el punto más alto del Camino francés.

sábado, 14 de junio de 2014

Séptima etapa: Sahagún-León



Sábado 14 de junio de 2014. 59 kilómetros. En previsión de que el tiempo fuera similar a los días anteriores, nos hemos levantado un poco antes y a las 6.45' estábamos en marcha. Después de callejear por Sahagún, pues al estar en fiestas tenía alguna calle cortada, hemos tomado carretera en dirección a León. El camino era paralelo a la carretera, por lo que hemos continuado por la carretera hasta que hemos encontrado el desvío a Calzada de Coto. Ahí la carretera se transforma en camino asfaltado donde no circulan coches y que lleva directamente hasta Mansilla de las Mulas. 





En Burgo Ranero hemos quedado con Vicente y hemos parado en un bar a tomarnos un café con torrijas. Hemos continuado por ese mismo camino hasta Mansilla de las Mulas; es un trayecto lleno de árboles y el andadero para los peregrinos va paralelo a los peregrinos; hemos ido adelantando a muchos peregrinos a pie que iban pertrechados con sus mochilas y sus bastones. Después de Mansilla hemos cogido la carretera nacional y hemos parado en una gasolinera para hacer una asistencia técnica a las bicicletas: engrase de cadena. A partir de aquí la etapa ha sido más aburrida y peligrosa, debido al intenso tráfico rodado. Hemos llegado a León y nos hemos dirigido al albergue de las Trinitarias, antigua residencia universitaria, regida por estas religiosas. Eran las 11.30'. Nos daba tiempo a tomar posesión de las habitaciones y ducharnos con tranquilidad. Hemos sellado las credenciales en la catedral y en el Hostal San Marcos, donde nos hemos dirigido siguiendo las flechas amarillas de salida para la etapa de mañana. Especial mención merece la comida en el Hostal San Marcos, que ha estado genial. Luego nos hemos vuelto al albergue a reposar. Más tarde salimos a visitar el Barrio Húmedo, zona de tapas de León.
Hasta mañana. Buenas noches.