Jueves, día 12 de
junio de 2014. 82 kilómetros. Hemos desayunado en la casa y a las 7 de la
mañana hemos emprendido el viaje. La mañana estaba fresca, gracias a la
tormenta del día anterior, y daba gusto pedalear. Nos hemos despedido de
Vicente hasta Puente Duero. Después de estudiar la etapa la noche anterior,
decidimos hacer la etapa por la carretera, no siguiendo el camino establecido,
puesto que el camino de los peregrino es inciclable debido a los bancos de
arena. Nos hemos dirigido hacia Viana por un camino forestal, lleno de baches
al principio, aunque luego va mejorando.
Ese camino estaba lleno de pinos a un
lado y a otro. Una vez llegados a Viana, hemos parado a tomar un café y reponer
fuerzas, para después continuar el trayecto hacia Puente Duero por carretera,
como habíamos previsto. En Puente Duero contactamos con Vicente para decidir si
seguíamos hacia Simancas por carretera nacional o por camino, y al final
decidimos ir por carretera porque parecía más corto. Llegamos a Simancas y un
lugareño mayor que iba en bici nos ha acompañado para indicarnos el camino; nos
ha comentado que los caminos para continuar están en buen estado, por lo que
decidimos continuar los trazados para el peregrino.
Tomamos dirección a Ciguñuela
por un camino que empieza con una fuerte y corta rampa. Nos hemos encontrado
por el camino a un peregrino que había empezado la etapa en Alcazarén
igualmente, pero él había empezado a andar dos horas antes que nosotros; nos ha
comentado que hemos acertado eligiendo la carretera en vez del camino. A partir
de ahí el camino es llano y está en buen estado, acercándonos a los pueblos de
Wamba y Peñaflor de Hornija. Para llegar a este último pueblo tenemos que tomar
un descenso rápido y tortuoso, que nos deja en un pequeño arroyuelo, que es el
principio de una empinadísima rampa que nos conduce al pueblo. Allí nos
esperaba Vicente. Nos tomamos un refresco para reponer fuerzas. Hemos
continuado por camino hacia Castromonte, porque la gente de Peñaflor nos ha
comentado que era más corto el trayecto por camino que por carretera, pero con
el agravante de que el camino empieza en una pronunciada cuesta, si bien, una
vez superada ésta, el camino es llano o incluso descendente.
Saliendo de
Castromonte decidimos coger carretera porque las fuerzas iban flaqueando, no
sólo por el esfuerzo del trayecto recorrido sino por el calor que hemos pasado
durante la mayor parte de la etapa y los kilómetros se hacen más cómodos por
carretera que por camino, con la ventaja de que esta carretera es prácticamente
descendente todo el camino.
Hemos llegado sobre
las 3 de la tarde a Medina de Rioseco, donde Vicente nos estaba esperando en
las puertas del albergue, que es un convento de las hermanas clarisas
descalzas. Hemos comido en un restaurante que nos ha recomendado la hermana
Piedad. Buenas noches y hasta mañana.
Llegada al Albergue del Convento de Santa Clara en Medina de Rioseco |
No hay quinto malo y además es de lo más litúrgico estar de peregrinos y alojarse en un monasterio. Saludos, abrazos, desde la plaza mayor de Torrejón; el punto que os vio partir.
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